sábado, 17 de febrero de 2018

Había oído hablar de algunos contrabandistas que recorrían Andalucía montados en un buen caballo, con el trabuco en el puño y su querida a la grupa. Ya me veía yo trotando por montes y valles con la gentil gitana detrás de mí. Cuando yo le hablaba de esto ella se reía hasta destornillarse y me decía que nada había tan hermoso como una noche pasada en el vivac, cuando cada rom se retira con su romi bajo la tiendecilla formada por tres aros, con un cobertor encima
https://youtu.be/nVUl9Sh0odk

No hay comentarios:

Publicar un comentario